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Técnicas de la Arquitectura

La arquitectura presenta ciertas peculiaridades que la diferencian de las demás artes. Un de ellas es la preponderancia de los aspectos materiales y técnicos. técnica constructiva es aquella parte de la arquitectura que se ocupa de la correcta utilización de los materiales en función de sus cualidades y de su naturaleza, de modo que cumplan satisfactoriamente las condiciones de solidez, aptitud y belleza. Las tecnologías con que cuenta la arquitectura son diversas y pueden darse solas o combinadas. Siguiendo a Alexandre Cirici, diremos que existe la arquitectura de madera, así como la textil, la de tierra cocida, la de piedra, la de ladrillo, la metálica, la del hormigón armado y, finalmente, la que utiliza el plástico y la fibra de vidrio, con las técnicas inherentes a cada una de ellas. a técnica constructiva de una sociedad depende, entre otras cosas, del nivel tecnológico que esa sociedad posea y de las necesidades que se pretendan cubrir en cada caso y que son, obviamente, variables según las épocas y las culturas.

 

El aspecto funcional es otra de las características diferenciadoras de la arquitectura. Que una arquitectura debe servir para aquello para lo que ha sido creada es evidente y será precisamente este aspecto funcional el que originará las múltiples tipologías de edificios según su finalidad.
La arquitectura es el arte de diseñar y construir edificios, en que la preeminencia de los elementos materiales y técnicos y los valores funcionales sean características diferenciadoras, y en que posea un lenguaje formal abstracto susceptible de ser interpretado, no es en estos rasgos donde se halla su esencia. El elemento que verdaderamente caracteriza el fenómeno arquitectónico, diferenciándolo de las demás artes, es el espacio. Espacio interior que, definido por unos límites físicos —muros—, determina un volumen, al tiempo que posibilita la función arquitectónica y el recorrido interior del edificio. De es a posibilidad de un recorrido interior se desprende un nuevo factor: el temporal, el del tiempo invertido en la realización del mismo.

 

Estas características de la arquitectura conllevan graves problemas de representación y esto repercute, lógicamente, en el desconocimiento generalizado que se tiene de ella. Si no puede decirse que se conoce un edificio hasta que se ha experimentado su interior y analizado las relaciones de éste con el exterior, es evidente que nuestra experiencia arquitectónica es reducida. Los cortes transversales y longitudinales nos proporcionan informaciones parciales acerca de la distribución interior del edificio, pero siempre de una manera fragmentaria, tal como ocurre con los dibujos de las fachadas. Estas representaciones frontales únicamente pueden reproducir dos magnitudes y no tienen posibilidad de representar de forma adecuada las diferentes cualidades de los materiales, ni la diversa incidencia de la luz sobre ellos, cualidades que fueron importantes para los arquitectos que las construyeron y que la fotografía sí tiene la potencionalidad de recoger.
Las perspectivas axonométricas, por su parte, enriquecen nuestro conocimiento de la arquitectura sujeto de estudio al darnos una visión volumétrica de la misma. Otros medios de representación arquitectónica son las maquetas tridimensionales y el cine. Las maquetas son útiles en cuanto que reflejan las relaciones volumétricas existentes en el edificio, tanto en su interior como, en ocasiones, con el exterior, pero engañosas respecto a la escala humana. El cine, por su parte, puede suplir al ojo humano y sus recorridos, con múltiples puntos de vista, en el interior del edificio.

 

Arquitectura

“La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana : no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto.”

La Arquitectura es el arte de proyectar y construir los edificios, y engloba, por tanto, no sólo la capacidad de diseñar los espacios sino también la ciencia de construir los volúmenes necesarios.

 

La palabra «arquitectura» proviene del griego «αρχ», cuyo significado es «jefe, quien tiene el mando», y de «τεκτων», es decir «constructor o carpintero». Así, para los antiguos griegos el arquitecto es el jefe o el capataz de la construcción y la arquitectura es la técnica o el arte de quien realiza el proyecto y dirige la construcción del edificio y las estructuras, ya que, para los antiguos griegos, la palabra «Τεχνη (techne)» significa saber hacer alguna cosa.

La arquitectura se define comúnmente como el arte de proyectar y construir edificios o espacios para el uso del hombre, siendo considerada «arte» desde el momento en que conlleva una búsqueda estética. No obstante, las definiciones de arquitectura son tantas como teóricos y arquitectos las han intentado.

En su sentido más amplio, William Morris dio la siguiente definición: «La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana : no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto».